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LA AUTONOMÍA POSEE EL 30% DE LA POTENCIA ELÉCTRICA DE ESTE TIPO INSTALADA EN ESPAÑA
La orden establece el 14 de marzo como límite para solicitar la instalación de parques eólicos, y la selección valorará que los parques estén incluidos en los planes estratégicos ya aprobados; que tuvieran aprobado un procedimiento administrativo de autorización con la normativa anterior; y que la evacuación de energía producida esté prevista en actuaciones comunes de infraestructuras eléctricas. En relación a la energía eólica producida en Galicia, la potencia eólica de la comunidad constituye el 30 por ciento de la de todo el territorio nacional, y coloca a la comunidad gallega a la cabeza de España. Además, la energía eólica producida en Galicia cumple por sí sola las directrices europeas que establecen que en 2010 el 12,5 por ciento de la energía eléctrica consumida esté cubierta con energías renovables. En 2000, la producción de energía eólica en Galicia cubrió casi el 9 por ciento de la demanda eléctrica de la comunidad. El Plan Eólico de Industria prevé que en el año 2010 estén instalados en la comunidad autónoma 4.000 MW, con lo que se cubriría el 40 por ciento del consumo eléctrico gallego. Este tipo de instalaciones podrá ser promovido por particulares o por los propios municipios, y su tramitación será, según Industria, rápida y ágil. Esta fórmula no es una nueva vía de generación eléctrica para el mercado, sinó para acercar esta energía al autoconsumo.
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- El Gobierno del PP esboza un plan energético basado en el gas y en mantener las nucleares La propuesta no precisa la inversión global prevista y se discutirá
en el Congreso hasta junio
El plan, que en un contexto de liberalización, y a diferencia de los antiguos Planes Energéticos Nacionales, PEN, no es de cumplimiento obligatorio para las empresas eléctricas y gasistas, está contenido en un documento de 230 páginas que hoy mismo llegará a la subcomisión del Congreso para su estudio. El documento tiene como ejes básicos los siguientes: el consumo final de energía crecerá a un ritmo del 3,4% anual (3,75% en el caso de la energía eléctrica), un punto por encima de la media europea hasta 2011, de forma que la demanda total se situará en el invierno de 2010 en 44.972 megavatios; el consumo de gas natural pasará de los actuales 18 bcm (miles de millones de metros cúbicos en sus siglas inglesas, billion cubic meter) a 49 en 10 años, y su peso en el balance energético pasará del 12,2% actual al 22,5% en 10 años, y las instalaciones nucleares que están en marcha (Zorita, Garoña, Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Vandellós II y Trillo) se mantendrán en funcionamiento, aunque perderán peso en el conjunto de la producción eléctrica. La energía nuclear pasará de representar el 27,6% de la electricidad que ahora se consume al 20,1% en 2010. Las previsiones de consumo energético global apuntan también a la reducción en el consumo de carbón (-1,24% anual), al crecimiento en el consumo de petróleo (2,8%) y al mantenimiento de las previsiones recogidas en el Plan de Fomento de las Energías Renovables, aprobado en 1999 y que estimaba un peso de este tipo de energía (eólica, biomasa, minicentrales hidráulicas) del 12% respecto al conjunto al final de la década. Gas y nucleares A la vista del plan, destaca un hecho: en 2011, el gas natural (mediante centrales de ciclo combinado), junto a las nucleares, proporcionará el 54,3% de la energía eléctrica que se consuma. Pero para conseguir ampliar las instalaciones (ahora existen 6.000 kilómetros de gasoductos de transporte, 31.000 de distribución y dos almacenamientos) harán falta inversiones. Ayer, y aunque Folgado fue preguntado hasta en cuatro ocasiones por 'la horquilla de inversiones probable', por la 'inversión global' y por la 'inversión mínima estimada', el ministerio esquivó las precisiones. La inversión definitiva, aseguró Folgado, sólo se precisará en junio, cuando la subcomisión de infraestructuras energéticas del Congreso (que cuestiona la oposición) haya finalizado sus trabajos. Así, sólo hay una cifra estimativa de la magnitud del plan: según los estudios realizados por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y Enagas, la inversión para desarrollar la red de gas rondaría los 3.000 millones de euros (alrededor del medio billón de pesetas). No obstante, y teniendo en cuenta que buena parte del desarrollo de infraestructuras como las centrales eléctricas de ciclo combinado (con solicitudes que representan 33.000 megavatios) dependen de decisiones empresariales privadas, Folgado se limitó ayer a destacar el carácter previo del plan presentado. Éste se enmarca en un contexto de polémica en varios frentes. Por un lado, las eléctricas acusan a Repsol y a su participada Gas Natural de beneficiarse de un trato de favor por parte del Ejecutivo en la legislación del gas. Repsol y Gas Natural aseguran, por su parte, que las eléctricas mantienen un monopolio de facto en su negocio, todo ello aderezado con amenazas de apagón, llamamientos de actores destacados del sector (como el presidente de Endesa, Rodolfo Martin Villa) a favor de la energía nuclear y continuas quejas empresariales por las rebajas de tarifas aprobadas en los últimos años. Además, está el desencuentro político. El PSOE,
por boca de su portavoz de Economía, Jordi Sevilla, ha rechazado
la posibilidad de consensuar acciones en el sector energético
mientras el ministro responsable, Rodrigo Rato, no reconozca su 'fracaso'
en la liberalización llevada a cabo. Ayer, tanto la CNE como
la asociación eléctrica Unesa y Enagas declinaron valorar
el documento. |
- Jornadas sobre energía eólica en la Casa de Cultura
El jueves intervendrán un representante de la empresa Boreas
Eólica, Servando Merino, otro de Peña Labra, Oscar Fernández
Cueto, el secretario de Barruelo, Juan Ramón Lastra, el historiador,
García Guinea, Celia Seco, y Alonso Vélez. |
- La capacidad eólica europea ha aumentado un tercio en un año Begoña Calzón / MADRID (25-02-2002) 5Dias
Para la Asociación de productores europeos, que recoge la información sobre España del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), España tenía 2.235 megavatios de energía eólica instalada en 2000. En cambio, la patronal española aumenta esta cifra hasta 2.502 megavatios. Afortunadamente, ambas coinciden en que, al término del año pasado, los 200 parques eólicos españoles sumaban una potencia total de 3.337 megavatios. El caso es que, mientras que los productores españoles se quejan de una desaceleración en la implantación de esta tecnología en el país en 2001, la potencia instalada aumentó un 33,3%, mientras que en 2000 ascendió un 69,5%, los industriales europeos miran con admiración la fuerza del mercado español en Galicia, Navarra, Aragón y las dos Castillas. EWEA estima la capacidad eólica mundial en 24.000 megavatios, de los que el año pasado se instalaron unos 6.000. Europa tiene el control indiscutible tanto de la producción como de la tecnología, puesto que, según la mis-ma asociación, el 90% de los fabricantes de las turbinas de los aerogeneradores son europeos, cuya cifra de negocio anual conjunta asciende a 1.000 millones de euros. Los más de 17.000 megavatios instalados en Europa suponen una capacidad suficiente para satisfacer el consumo eléctrico de 10 millones de hogares y, además, evitan la emisión de 24 millones de toneladas de anhídrido carbónico al año, que contaminarían la atmósfera si hubiera que sustituir la producción de las centrales eólicas por cualquier otra fuente de energía convencional. EE UU contraataca Alemania mantiene una supremacía mundial en cuanto a generación de electricidad mediante esta energía, con una capacidad próxima a 9.000 megavatios. La mayor apuesta por esta energía se ha producido en Estados Unidos, que en un so-lo año ha instalado 1.700 megavatios, porque los agricultores y granjeros de California, Minnesota, Iowa, Te-jas y Wyoming han descubierto en ella una sustanciosa fuente de ingresos adicionales y es-tán favoreciendo la instalación de aerogeneradores en sus terrenos. Este au-mento es considerable, teniendo en cuenta que el año pasado se incrementó en todo el mundo la capacidad de energía nuclear en 1.700 megavatios. En Alemania, Dinamarca y Holanda, los agricultores están aprovechando el abaratamiento de la tecnología para invertir de forma directa en centrales eólicas, unidos en cooperativas, a fin de disfrutar de los pingües beneficios de la venta de la energía producida, que las compañías eléctricas están obligadas a comprar en su totalidad. En septiembre del año pasado, EWEA revisó sus previsiones de capacidad eólica instalada en Europa para 2010, que se sitúan en 60.000 megavatios, lo que representa un abastecimiento eléctrico suficiente para 75 millones de personas. El Plan de Fomento español ha establecido que para ese mismo año la potencia eólica instalada será de 8.974 megavatios. 300 millones en compensaciones a las renovables El apoyo de la Administración al desarrollo de la tecnología se plasma en la existencia de las llamadas primas a la electricidad de origen renovable, que deben pagar las compañías eléctricas sobre el precio fijo establecido para la producción eléctrica. Así, si en la actualidad el kilovatio/hora de energía eólica tiene un valor de 0,06 euros (10,45 pesetas), la compañía eléctrica paga además una prima de 0,03 euros (4,82 pesetas). El Ministerio de Economía no ha variado apenas la tarifa respecto a la vigente el año pasado. El importe medio de las primas para las energías renovables se sitúa por debajo de las cinco pesetas por kilovatio/hora de producción eléctrica, salvo en el caso de la solar fotovoltaica, que llega hasta 60 pesetas. La patronal de productores españoles (APPA) considera que estas primas son compensaciones en concepto del ahorro en costes medioambientales que supone la producción eléctrica mediante fuentes de energía renovables respecto a las convencionales. Manuel Delas, secretario general de APPA, afirma: El importe de estas compensaciones no llegó a los 50.000 millones de pesetas [300 millones de euros] en 2001, algo más del 2% de la factura eléctrica del país. Un 2% por evitar la emisión de 6,1 millones de toneladas equivalentes de anhídrido carbónico; un 2% en un sector en el que las ayudas, compensaciones o subvenciones para las tecnologías convencionales se contabilizan por centenares de miles de millones de pesetas vía Presupuestos del Estado.
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- Izquierda Unida clausura hoy las jornadas sobre energía eólica
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- Gamesa se desprenderá de parques eólicos valorados en
130 millones Javier Vadillo / BILBAO (28-02-2002)
Gamesa quiere situarse entre los tres primeros fabricantes de equipos eólicos del mundo. Esta apuesta propiciará que el 70% del negocio de este año proceda de la actividad de las energías renovables, mientras que el 30% restante lo aporte la división aeronáutica, quizás su actividad más conocida. Para financiar el crecimiento, en 2002 inicia una estrategia de desinversión en sus parques eólicos ya consolidados que tendrá una continuidad anual. El grupo vasco, según su consejero delegado, Iñaki López Gandásegi, 'no tiene vocación de eléctrica, sino de promotor e instalador' de este tipo de centros. Así que este año pondrá a la venta un mínimo de 142 megavatios valorados en 130 millones, por los que ya se han interesado varios compradores potenciales, entre los que se adivinan las eléctricas. Estos ingresos también servirán para reducir el volumen de endeudamiento, que casi se duplicó el año pasado por la compra del 49% de Gamesa Energía. A cambio, el grupo participado por IBV se ha librado de la alianza con la multinacional danesa Vestas y ahora puede vender sus aerogeneradores en cualquier parte del mundo. Hasta ahora, su actividad eólica internacional se limitaba a la promoción de centros en Latinoamérica, Europa y el Magreb. Para los nuevos parques que promueva, Gamesa recurrirá a la fórmula del project finance (financiación con la garantía del propio proyecto). La corporación alavesa anunció ayer los resultados de 2001, con un crecimiento del 37% del beneficio neto al contabilizar 62 millones. Para este año no se arruga por la crisis y apuesta por un incremento del 25%, para ganar 77,5 millones después de impuestos. Esta evolución puede llegar de los parques eólicos construidos en 2001 y que este año entran en funcionamiento, y de las desinversiones citadas, mientras que la parte aeronáutica reducirá sus ingresos. En facturación, López Gandásegi también se compromete a una subida del 25%, para llegar a 929 millones. Como estaba previsto, la compañía tampoco repartirá dividendo este año y destinará los resultados a apoyar el crecimiento. En 2001, el negocio aeronáutico de Gamesa fue el que más sufrió por la psicosis sobre el transporte aéreo, desatada tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y el consiguiente recorte de vuelos. Las aerolíneas han ralentizado los pedidos de nuevos aviones y el consejero delegado del grupo vasco cree que este retraimiento se mantendrá este año y el próximo año, hasta una posible reactivación en 2004.
Con el fin de afrontar la caída de la demanda, Gamesa ha recurrido a la no renovación de unos ochenta contratos temporales, 'sin tener que realizar un sólo despido', aclara López Gandásegui, que el año pasado sufrió varios días de huelga en una de las filiales aeronáuticas de Gamesa por los recortes citados. Gamesa Aeronáutica consiguió en 2001 su entrada en el
mercado de grandes aviones comerciales, al entrar en el programa A-380
de Airbus. En dos años, el consejero delegado del grupo espera
contratar con el otro gran constructor mundial, Boeing. En el segmento
de aviones pequeños tiene proyectos con Embraer y Bombardier. |